Nada más abstracto, más irreal que lo que vemos. Todo lo que podemos ver del mundo objetivo, como seres humanos, no existe mientras no lo vemos y lo entendemos. La materia existe, por supuesto, pero no tiene ningún significado intrínseco por sí misma, sino por el significado que nosotros le damos.
Esta propuesta busca expresarse en el terreno de la emoción, adentrándose en un lenguaje propio lleno de sutilezas. Tomando como punto de partida la mirada, invita a la reflexión sobre la interpretación de lo que vemos, y de cómo expresamos la emoción que nos provoca.